La llamada ciencia terapéutica data desde la remota antigüedad. Durante casi 6000 años, la resistencia del ser humano ha ido disminuyendo considerablemente, a causa del atropello y la falta de respeto de las leyes de la naturaleza. Sin embargo, la raza humana no se ha extinguido aún, por el continuo proceso de degeneración, gracias al maravilloso poder de que ha sido dotado. Y claro, a pesar de esta ininterrumpida degeneración, el hombre todavía alcanza edades muy avanzadas. A pesar, de que la humanidad ha decaído más y más transmitiendo enfermedades de padres a hijos. Desde que comenzaron a aparecer las enfermedades, el hombre, como es lógico, trató de combatirlas como mejor sabía. La naturaleza fue, el primer médico, la primera farmacia, el primer hospital al que el hombre primitivo, y no tanto, recurrió.
Uno de los primeros métodos que se ofreció fue el tratamiento mediante las propiedades medicinales de las plantas. Instintivamente el animal irracional, toma provisiones contra la enfermedad, y cuando está doliente recurre a las hierbas curativas (¿has visto a tu perro comer pasto? Pero ojo no es cualquier pasto, es el pasto silvestre, grueso, firme y con un tipo de pelillo que raspa)
El hombre, como ente superior, dotado de inteligencia, desde muy temprano notó este gesto instintivo de los animales y, orientado por las propias observaciones, constató que en las hierbas había un poder curativo. Así, comenzaron las investigaciones mediante experimentos, y se descubrió que tales y tales hierbas son buenas para sus correspondientes fines. Por ahí se explica que todos los selváticos sepan tratarse tan bien con hierbas, por ejemplo.
En el reino de las plantas hay abundancia de virtudes curativas, propias para las necesidades del hombre. Las plantas son más adecuadas para el cuerpo humano que los productos químicos de los laboratorios.
Las virtudes de las plantas medicinales, en gran parte se deben a los ácidos que en ellas se encuentran, como por ejemplo el ácido cítrico (del limón y otros más); el ácido málico (de la manzana); ácido tartárico, ácido salicílico, ácido valeriánico, etc.
Otro factor que desempeña un importante papel en la vida del hombre, es el conjunto de sales contenidas en las plantas (sales de sodio, calcio, magnesio, fierro, fósforo, azufre, etc.) las sales minerales son indispensables para la salud del hombre. Por ejemplo, las sales alcalinas, principalmente la de sodio, tienen importante acción en la alcalescencia de la sangre.
Las hierbas ricas en sustancias calcáreas sirven para dar resistencia al tejido óseo y fortificar los vasos sanguíneos. El fierro contenido en muchas plantas, y que es fácilmente absorbido por el organismo, tiene la función de evitar y combatir la anemia.
Las plantas amargas sirven para excitar el apetito, regular las funciones gástricas y favorecer la digestión.
Quien desee tener salud debe volver a la naturaleza. Para el animal, cuando está enfermo, el curarse con hierbas es cosa tan instintiva como el beber agua cuando tiene sed. Con lo que manifiestan su estricta relación con la naturaleza. Y es justamente por esta relación perdida, que el hombre tanto necesita restaurar su relación con las plantas para fortalecer, mejorar y conservar su salud.
No puedo dejar de mencionarles algo, que hoy en día, gracias a la enorme contaminación, se ha mostrado en reportajes escritos o televisados, que es la función de purificadoras del aire que respiramos.
Para el desenvolvimiento y reedificación del cuerpo, el hombre requiere de sustancias que contengan nitrógeno, fosfato y calcio, y para tener energía, la cual nos proviene del proceso de combustión interna, necesitamos hidratos de carbono. Más no hay combustión sin el oxígeno del aire. Por lo tanto, uno de los factores que contribuyen para la conservación de la buena salud, es respirar bien, es respirar aire puro. Es extraño que las personas deseen incorporar un artículo a nuestra constitución el cual garantice la educación, y que nadie se haya fijado que en el mismo documento como es nuestra carta fundamental, existe un artículo el cual exige o garantiza un aire limpio para respirar.
Las grandes cantidades de gas carbónico desprendidas diariamente contaminan constantemente nuestra atmósfera. Sin embargo, existe una ley de compensación, el gas carbónico sea reabsorbido, para purificar la atmósfera, en un proceso ininterrumpido. Y es al reino vegetal al que le cabe, en parte, la labor de absorber los gases perjudiciales y devolviéndonos oxígeno al aire. La mayor parte de esos gases es absorbida por los ríos, lagos y mares.
Así, como vemos, las plantas tienen una triple tarea: Alimentar y curar al hombre, y purificar el aire. Sin embargo, el ser humano no hace más que alimentarse carne y curarse con químicos.
La carne es un alimento deficiente, por que no contiene las cantidades necesarias de vitaminas, sales minerales e hidratos de carbono; y es perjudicial, por contener sustancias venenosas como ácido úrico, creatina, creatinina, purina, etc.
Las plantas, las frutas y las verduras, contienen, en la debida proporción, todos los elementos nutritivos necesarios para la vida del hombre. No es necesario comer carne para recibir una provisión de proteínas. Por ejemplo, la porción de carne puedes sustituirla por dos platos de legumbres y estarás consumiendo la medida de proteínas necesarias para tu correcto desenvolvimiento.
Para terminar, nuevamente subrayamos una gran verdad y es que lo vegetales contienen todas las sustancias que necesita el hombre para mantenerse sano o para recuperar la salud. Así es, y, en realidad, no podría ser diferente, pues la naturaleza es perfecta. Nada le falta, ni tampoco le sobra.
Espero les haya servido de algo el paper que he querido compartir con ustedes, dejen sus comentarios y estemos encontrándonos en un par de días más.
Saludos,